miércoles, 17 de abril de 2013

El dolor de la sin razón. Atentado de Boston


Quizás pienses que un post de este tipo en un blog que se dedica a los perfumes no es adecuado, yo discrepo, los perfumes llegan al alma, igual que el dolor por la pérdida o los daños sufridos por un ser querido, pero si además, esa pérdida o daño, se ha producido por algo tan estúpido y tan sin sentido como es el terrorismo, en cualquiera de sus facetas, cualquiera que sean sus ideales o reivindicaciones, me da igual, llegamos a El dolor de la sin razón. No saber por qué le tuvo que tocar a tu ser querido, no saber por qué, alguien puede llamarse Ser Humano mientras manipula cualquier instrumento o artefacto con el que quiera sesgar y destrozar vidas.

Yo no soy nadie, sólo una minúscula vocecilla que hoy grita a pleno pulmón que ya es suficiente,
no más muertos por nada.

Me sumo al dolor de familiares y amigos, tanto de fallecidos como heridos, porque estos últimos tienen toda una vida para recordar ese momento, el momento en el que su vida cambió.

No más victimas de terrorismo de ningún tipo. Llamémonos Seres Humanos con todas las letras.

Hasta el siguiente ...

3 comentarios:

  1. Hola. Bonito detalle escribir sobre ello. Yo también digo: No más muertos por nada.
    Un saludo.

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  2. Hola Gema. Ojalá se sumaran mas voces, pero este tipo de noticias están llegando cada vez a menos gente, la coraza que nos envuelve va siendo demasiado dura para que penetren tragedias ajenas.
    Saludos

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  3. Hola de nuevo Dos Gotas. Si es cierto lo que dices. Parece que nos estamos acostumbrando demasiado a esta clase de noticias, y ya como no nos sorprende nada, ni siquiera nos afecta, o pensamos "estaba tardando demasiado en volver a ocurrir algo así". A veces pienso que hay tal morbo, que nos mola que aparezcan noticias de estas a dirario.
    En fín, voy a ser egoista y me conformaré con que no nos toque. Bueno, pediré que no vuelva a suceder, pero ni en Boston ni en ninguna parte del nuestro planeta, porque todos sabemos que ocurren cosas peores, pero tendemos a clasificarlas según su condición de estatus social o raza, y claro, de esos pobres no se habla cuando les matan. Creo que no hay más que decir.

    Un saludo con Dos Gotas de cariño.
    Gemma.

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