
Hace unos días, una chica llamada María, de Madrid (tú ya sabes que hablo de ti), me preguntaba por e-mail sobre qué perfume debía usar en su boda.
La verdad es que me quedé bastante bloqueada en el momento que lo leí, perdóname María pero jamás, aparte de alguna amiga, me había hecho esa pregunta, quizás porque mi entorno más cercano sabe de mi gusto por el mundo de los perfumes y mi aversión al tema de las bodas, la mía la primera.
La verdad es que me quedé bastante bloqueada en el momento que lo leí, perdóname María pero jamás, aparte de alguna amiga, me había hecho esa pregunta, quizás porque mi entorno más cercano sabe de mi gusto por el mundo de los perfumes y mi aversión al tema de las bodas, la mía la primera.